Por: Héctor Pérez, PMP, DA Coach, DA Value Stream Consultant
¿Agilidad? ¡Sí Por favor! En el mundo actual el entorno y muchas veces los proyectos cambian a una velocidad vertiginosa, los equipos necesitan adaptarse, ser flexibles y entregar valor de forma rápida y constante; en este escenario entra en juego el ciclo de vida Lean Kanban, un ciclo de vida ágil que nos ayuda a navega por el caos con fluidez.
Imagina un tablero cuyas columnas representan las distintas etapas de tu trabajo, y en cada ciclo de este trabajo las tareas fluyen de una columna a la otra a medida que se completan, tal como el agua fluye por el cauce del río. Este tablero es el corazón de Kanban, un sistema visual que facilita a los equipos ser más efectivos en la entrega de valor.
Imagina poder visualizar el trabajo del equipo y poder ver el estado de cada tarea y el flujo de trabajo completo; conocer la capacidad de nuestro equipo, colaborar de forma efectiva con una comunicación abierta y con transparencia de lo que hace nuestro equipo; mejorar el flujo de trabajo para entregar valor de manera regular y predecible.
Estos principios ayudan a un equipo ágil a ser efectivo:
Los equipos ágiles pueden aprovechar algunas características interesantes de este ciclo de vida, por ejemplo el flujo continuo de entregas, en este ciclo de vida las soluciones o incrementos se despliegan a menudo, en el momento que hace sentido hacer la liberación del producto, días o incluso horas, el trabajo es halado por el equipo cuando este tiene capacidad para hacerlo; el equipo establece su propia cadencia, en el enfoque lean kanban el equipo realiza el trabajo y libera incrementos cuando hace sentido hacerlo y no se restringe a la cadencia de una iteración; el equipo atiende un grupo de elementos de trabajo, no todos los elementos son iguales y se priorizan con base en valor y/o con base en valores de riesgo, el equipo puede acelerar la atención a algunos elementos urgentes.
Los equipos ágiles pueden adoptar este ciclo de vida en situaciones donde el trabajo se puede partir en tareas pequeñas e independientes que se pueden completar en períodos cortos de tiempo, el trabajo se puede realizar de manera continua, existe voluntad de colaboración y transparencia en el equipo, es posible tener retroalimentación continua, algunos ejemplos pueden ser ámbitos donde se realiza desarrollo de software, en proyectos de marketing, de ventas, de atención al cliente y de diseño.
Si quieres conocer más de este tema puedes ver el siguiente vídeo:
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