Las organizaciones se han beneficiado de la filosofía kaizen que les ha permitido abrazar la mejora continua a través de pequeñas mejoras incrementales. A nivel personal también nos podemos beneficiar de la mejora continua a través de hábitos atómicos.
Kaizen es una palabra japonesa. Kai significa cambio y Zen significa bien. Así que literalmente traducido kaizen significa Cambiar Bien. Desde hace años las organizaciones han aprovechado este concepto en el que los pequeños cambios constantes se van acumulando y traen consigo grandes beneficios a largo plazo.
En la actualidad me encuentro leyendo el libro Hábitos Atómicos, del autor James Clear. Quien haya leído este libro estará de acuerdo conmigo en la relación directa que existe entre la filosofía kaizen y los hábitos atómicos.
Kaizen habilita la mejora continua en las organizaciones
Desde la década de 1980, la comunidad Lean ha demostrado que una forma efectiva de hacer evolucionar su proceso es hacerlo a través de una serie de pequeñas mejoras incrementales, una estrategia llamada kaizen. Numerosas organizaciones han adoptado este enfoque, una estrategia de mejora continua basada en kaizen de varios años.
Disciplined Agile nos propone integrar kaizen a nuestros equipos de trabajos y así evolucionar su forma de trabajar (WoW Way of Work). La idea es adoptar un enfoque de mejora continua por medio de pequeños experimentos que con el tiempo logren que la efectividad de nuestros equipos mejore.
Cuando el equipo experimenta una nueva técnica y funciona bien, su WoW evoluciona. Si el experimento llega a “fallar”, la efectividad de su equipo disminuye un poco mientras ocurre el experimento, pero luego finaliza el experimento y vuelve a su forma de trabajo anterior. Esto lo ilustra Disciplined Agile con su siguiente imagen.
¿Miedo a experimentar?
Para algunas organizaciones es difícil aceptar la idea de la experimentación, probablemente porque todavía creen en la idea de las «mejores prácticas» y, a menudo, porque buscan una respuesta fácil.
Tienen miedo de experimentar porque podrían “fallar”, sin darse cuenta de que un experimento fallido te enseña lo que no funciona para tu equipo dada tu situación actual. En otras palabras, incluso al “fallar” estamos ganando.
Es verdad que la primera vez que se implementa una estrategia de mejora continua, la eficacia de su equipo disminuye al principio. Pero, una vez que se adopta una mentalidad Kaizen, la eficacia de su equipo aumenta con el tiempo y la evolución del WoW se vuelve exponencial como lo vemos en la siguiente imagen.
La mejora continua a través de hábitos atómicos
Los beneficios de integrar cambios pequeños para obtener resultados positivos exponenciales con el tiempo no es algo exclusivo de las grandes empresas o los equipos de trabajo, es algo que podemos integrar en nuestra vida diaria.
James Clear, en su libro hábitos atómicos, menciona que los hábitos que en un principio pueden parecer pequeños y poco significativos, se transformarán en resultados extraordinarios si tienes la voluntad de mantenerlos durante varios años.
La clave nuevamente es, cambios pequeños durante un largo período de tiempo.
Le restamos el valor que se merecen las pequeñas mejoras cotidianas. Creo que más ahora, en estos tiempos de inmediatez donde se nos ha condicionado a obtener resultados al instante. El autor menciona: “El éxito es el producto de nuestros hábitos cotidianos, no de transformaciones drásticas que se realizan una vez en la vida.”
Imagina liberar 10 minutos de tu día. Parece razonable, ya que no es mucho tiempo. Muchas veces lo desperdiciamos viendo redes sociales. Si esos minutos los dedicamos a leer, los primero días pareciera que no aporta mucho valor, quizá incluso decidamos abandonar la lectura para seguir en las redes sociales.
El lento ritmo de la transformación nos pone las cosas fáciles para regresar a los malos hábitos, pero si logras superar el camino de ir por lo fácil y vas acumulando esos 10 minutos, día a día, por semanas y meses, al final del año seguramente habrás obtenido beneficios que nunca habías experimentado.
Al igual que como lo veíamos con kaizen, los hábitos atómicos se basan en una serie de pequeñas mejoras que se van acumulando si logramos ser constantes a lo largo del tiempo.
Conclusiones
Los pequeños cambios, que parecen imperceptibles en un inicio, han sido claves para que grandes empresas sigan siendo las mejores en sus mercados, también son fundamentales para que los equipos de trabajo evolucionen su forma de trabajar (WoW) y es natural que el mismo enfoque se pueda aplicar a nivel personal, para traer transformaciones positivas a nuestras vidas.
Incluir hábitos que, en un principio pueden parecer pequeños y poco significativos, se transformarán en resultados extraordinarios si tienes la voluntad de mantenerlos durante varios años. James Clear menciona en el libro que, “la calidad de nuestra vida depende de la calidad de nuestros hábitos.”
Te invito a leer Hábitos Atómicos pues me parece que es una guía completa de cómo incluir esos pequeños hábitos a nuestra vida y sobre todo, mantenerlos a través del tiempo para mejorar continuamente y sin la ansiedad de esperar resultados inmediatos.
Referencias:
Kaizen: Improvement Through Small Changes
Hábitos Atómicos, James Clear.