Reflexión sobre los errores y la crítica basada en la anécdota del profesor y la multiplicación del 9

Una sola falla bastó para que todos se rieran. Nueve aciertos pasaron inadvertidos.


Esta vieja historia —atribuida a Einstein— recuerda una verdad incómoda: el mundo aplaude poco, pero juzga rápido.

La lección que Einstein enseñó sin ecuaciones

El error del profesor

Un día, el profesor escribió en la pizarra:

9×1 = 09
9×2 = 18
9×3 = 27
9×4 = 36
9×5 = 45
9×6 = 54
9×7 = 63
9×8 = 72
9×9 = 81
9×10 = 91

Los alumnos estallaron en risas.


—¡Se equivocó! —decían.
—La respuesta correcta es 90, no 91.

El profesor guardó silencio. Esperó a que el aula se calmara y dijo:

“Acerté 9 veces y nadie dijo nada.
Me equivoqué una, y todos se rieron.
Así funciona el mundo.”

La sociedad rara vez celebra tus aciertos.
Pero es rápida para señalar tus fallos.
Puedes hacerlo bien cien veces, y bastará un error para que te juzguen.

Moraleja


No dejes que una crítica borre tu esfuerzo.
Ni que una burla apague tu camino.

Sigue adelante.
Porque quien se burla de un error, muchas veces nunca ha tenido el valor de intentarlo.

Cierre


Cuenta la leyenda que aquel profesor era Albert Einstein.
Sea cierto o no, su enseñanza es clara:
el juicio hace ruido, el reconocimiento apenas susurra.
Por eso, sigue caminando, incluso cuando el eco no te aplauda.

No busques aprobación. Busca propósito.
La constancia es silenciosa, pero deja huellas profundas.
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