Centrar tu energía en examinar todo de forma exhaustiva te llevará al síndrome de la micro gestión
Como Director de Proyecto cae la responsabilidad bajo tus hombros de que se cumplan los objetivos del proyecto y de que el cliente quede satisfecho. Tanta responsabilidad lleva a muchos a querer examinar todo de manera obsesiva.
Los buenos o malos resultados de un proyecto van a depender de distintos factores, pero sin duda, uno de los que tienen mayor peso es el liderazgo del Director de Proyecto. Aunque las actividades que se tienen que ejecutar para conseguir los resultados de un proyecto son responsabilidad del equipo de trabajo, el Director de Proyecto debe descifrar cuál es la manera adecuada de gestionar a estas personas del equipo para cumplir con los objetivos deseados.
Para muchos, la manera más adecuada de llevar un control de las actividades del proyecto es gestionar cada una de las actividades, entre más detalle mejor. Este síndrome de micro gestión o micro manager, te lleva como Director de Proyecto a estar encima de tu equipo, tratando de controlar cada movimiento, dedicando tu tiempo y energía a examinar de forma exhaustiva cada una de las tareas que están llevando a cabo los miembros del equipo de trabajo. ¿A qué se debe esto? Principalmente a la falta de confianza, a pesar de que los colaboradores cuenten con las habilidades para poder llevar a cabo las tareas.
Estar micro gestionando las actividades del proyecto genera rápidamente frustración por parte de los miembros del equipo, pues ellos se sienten con los conocimientos y habilidades suficientes para realizar sus actividades, pero sin la libertad para poder actuar.
Otro problema derivado de la micro gestión es el comenzar a generar un ambiente poco propicio para la innovación. Cuando los colaboradores no se sienten con la libertad de llevar a cabo sus actividades, para las cuales son expertos, mucho menos se sienten en la libertad de proponer nuevas ideas.
Por una parte, cuando eres un Director de Proyectos que gusta de micro gestionar cada actividad, te rodeas de un ambiente donde no fluye la creatividad y en donde tus colaboradores se sienten frustrados. Y por otra parte, es obvio que la carga de trabajo para ti, es mucho mayor que la que deberías tener.
Aunque es claro que hay ciertos momentos dentro de un proyecto en los que se debe seguir con lupa las actividades de tu equipo, por ejemplo, en una liberación de un sistema a producción o en la entrega de un hito importante, son momentos muy específicos y en periodos muy cortos. En la mayor parte del ciclo de vida del proyecto, debes dejar que tu equipo trabaje con libertad, pues ellos son los expertos para llevar a cabo las actividades.
Enfoca tu tiempo y tus esfuerzos en otras actividades, actividades que fortalezcan a tu equipo y que incrementen la probabilidad de éxito de tu proyecto. Por ejemplo, asegúrate de conocer las fortalezas y debilidades de cada miembro de tu equipo, trabaja en formar nuevos líderes, genera un ambiente de trabajo en el que se sientan cómodos generando ideas creativas y asumiendo riesgos.
Este tipo de actividades generan más valor para ti, para tu equipo y para el proyecto, que tratar de controlar cada actividad.
Sobre el autor: Omar García.