Cómo comunicarse de manera efectiva
Las personas se comunican casi todo el tiempo y aun así no logran hacerlo de manera efectiva. Esto supone un problema en el mundo laboral y empresarial porque las negociaciones, los acuerdos, los documentos importantes para el futuro de la organización o su buen funcionamiento interno, dependen en buena medida de decir las cosas de la mejor manera para obtener resultados favorables.
Uno consejo frecuente para los emprendedores, líderes de proyectos y empresarios, es tener una buena comunicación con los miembros de la organización o del equipo de trabajo. Lo ideal sería que los directivos tomarán curso de oratoria o un curso para facilitar reuniones de trabajo, que les ayudaría no sólo para saber qué decir, sino también cómo decirlo. Pero un comienzo es tener claro en qué consiste la comunicación y cómo llevarla a cabo sin reducir todo a un recetario de cocina.
Comunicar, en palabras del filósofo y antropólogo francés Paul Ricoeur, “es decir algo sobre algo a alguien”, es transmitir algo que va a crear un vínculo entre dos personas o entre un colectivo de individuos con el objetivo de transmitir pensamientos, organizarse, negociar o convivir. Las actividades que de ella deriven serán más exitosas en función de qué tanto se desarrolle esta capacidad.
El origen de muchos problemas al interior de una comunidad, que puede ser de tipo empresarial, o en una relación, se deben a la ausencia del diálogo o a una comunicación deficiente. Generalmente, las personas se comunican de manera intuitiva, pero cuando lo que se va a decir es crucial o complejo se requiere más que la intuición, para comunicarse de manera efectiva hay que saber de qué se compone.
Los expertos en lingüística, entre ellos la socióloga Susana González Reyna, identifican dos aspectos de la comunicación: el contenido, que es el mensaje, y la expresión, entendida como la forma en que se va a decir ese mensaje.
Cuando se va a comunicar algo, primero hay que identificar el tema central, que se convertirá en el contenido básico que se quiere dar a conocer o posicionar. Por ejemplo, si un emprendedor está en busca de un socio para su proyecto su tema central será explicar la esencia de su negocio, decir en qué consiste, podrá hablar de otras cosas pero siempre relacionadas de alguna u otra manera con el foco principal.
Mientras que la forma del discurso sería encaminar el mensaje a vender el proyecto, por lo que una descripción del negocio es lo ideal y luego una argumentación sobre los beneficios que le traerá al interlocutor en caso de aceptar. Otras formas del discurso son la narración y la exposición. La narración o relato es muy efectiva cuando se busca generar empatía; en cambio la exposición sirve para sintetizar información y enumerar hechos. Depende del objetivo que se quiera lograr con el mensaje se decidirá cómo decirlo.
Se suele confundir la expresión o forma del discurso con el estado de ánimo de la persona que habla, si se escucha aburrido, nervioso, poco preparado o enojado. La expresión es cómo vas a presentar algo para cumplir un objetivo, como un retrato para referir a las cualidades de algo (descripción), como un relato para envolver al interlocutor y despertar interés (narración), como un razonamiento para persuadir (argumentación) o bien como una declaración de hechos e ideas para informar (exposición).
Algunas consideraciones a tener en cuenta al momento de construir un mensaje con fuerza son las siguientes:
• Tener claro lo que se quiere decir y darle estructurar a ese mensaje.
• Construir un mensaje sencillo para que todas las personas puedan entenderlo.
• Utilizar palabras adecuadas al interlocutor, que él entienda, es la clave para evitar las malas interpretaciones.
• Procura que el contenido sea memorable, es decir fácil de recordar.
• Las metáforas o analogías contienen palabras simbólicas, tienen mayor impacto en los receptores porque apelan a la emoción y crea conexión con las personas. La frase I have a dream (yo tengo un sueño) de Martin Luther King es el mejor ejemplo de conexión y simbolismo en un mensaje. Además, las analogías son la mejor manera de explicar ideas complejas.
• El tema central debe ser la mejor síntesis de todo lo que se quiere decir.
Explicado de esta manera, parece que comunicar ideas de manera exitosa es algo difícil y que requiere de mucho tiempo, ciertamente se necesita preparación, darse tiempo para construirlo, pero la frecuencia hace ágil este proceso y la práctica permite mejorar.
Sobre el autor: Kayleigh Bistrain.