Muchas empresas se cuestionan si están recibiendo valor por su inversión en la capacitación de sus colaboradores. Esta pregunta es válida tanto para la formación en Gestión de Proyectos como para cualquier otro tipo de capacitación empresarial. Usted conoce muy bien el lado de los costos en la formación. Pero ¿Cómo saber cuál es el valor de este negocio?

La manera más común para determinar el valor de la capacitación es pedir a los alumnos si sienten que la clase es valiosa. Esto suena muy romántico y no da mucha información para continuar, pero es quizá lo que la mayoría de las empresas hacen en términos de seguimiento. Otro método consiste en ver cómo, gran parte del contenido se puede aplicar al trabajo. Pero, nuevamente, esto suele hacerse de manera informal, y así realmente no es un buen intento para medir el rendimiento del alumno.

Existe un proceso para determinar con mayor precisión el valor recibido por la inversión en la formación. Estas ideas no aplican para gente de corazón débil. En realidad requieren de mayor preparación y exigen una inversión del más preciado recurso, el tiempo. Pero esto hará más sentido si los resultados clarifican el valor recibido en la formación. Usted puede empezar con algunos de estos pasos y tratar el resto más tarde.

En primer lugar, Gerente y Alumno se reúnen un par de semanas previas al inicio de la capacitación para garantizar que el alumno está preparado para la clase. Discuten además cómo el curso ayudará al alumno en el trabajo. Esta es una de las partes importantes de la discusión, cómo los nuevos conocimientos aplican en el trabajo. Esta información debe documentarse para compararla con una evaluación posterior a la clase.

Antes de iniciar el curso, los participantes deben presentar un examen para mostrar su nivel de conocimiento sobre el contenido del seminario.

Justo después del curso, los alumnos responderán una encuesta para evaluar: el contenido y calidad de las clases, capacidad del instructor, la logística y calidad de la impartición, etc. La encuesta está diseñada para medir como gana la empresa y la calidad del instructor. La encuesta proporciona una idea de la calidad de la clase y el instructor, no prevé evaluar el aprendizaje de los alumnos.

Una semana o dos posteriores al seminario, el alumno responde un examen para medir su nivel de conocimiento en el tema. En realidad esta evaluación es exactamente igual a la mencionada 2. preliminares. Ahora necesitamos comparar los resultados de ambas evaluaciones para proporcionar en algún sentido cuánto aprendió y retuvo el alumno. Si el resultado de la comparación muestra que los resultados son muy parecidos, se puede demostrar que la formación no fue muy eficaz. Los resultados esperados deben mostrar una sensible mejoría.

Unos meses después del curso, el Gerente y el Alumno se reunirán de nuevo para dar seguimiento a la actividad inicial mediante una evaluación posterior a la clase,. En esta reunión se discute el valor del Seminario y cómo éste impactará en una mayor productividad y un mayor valor empresarial. Parte de esta plática se centra en las oportunidades que el alumno ha podido aplicar sus nuevas habilidades. De hecho, la formación pudo haber sido excelente, pero si no ha habido oportunidad de aplicar sus nuevas habilidades, entonces el valor del negocio será marginal.

En buena parte de la capacitación y entrenamiento, actuales, el alumno concluye su preparación y como única retro alimentación y beneficio para la empresa, el alumno comenta con su Gerente la calidad subjetiva de la capacitación. Esta trivial información es la única disponible para medir el rendimiento de la inversión.

El rendimiento real de la inversión implica, un aumento en la habilidad del capacitando, que esta habilidad se aplique en el trabajo y éste sea más productivo. Por supuesto que este incremento no puede ser determinado inmediatamente después del seminario. Para tener una idea de su valor se necesitan dos pasos.

En primera instancia, determinar el conocimiento inicial del capacitando. Uno o dos meses después de asistir al seminario aplicar una encuesta del conocimiento adquirido, y comparar los resultados con la referencia inicial. Sin embargo, la única forma de evaluar el rendimiento real de la inversión es determinar unos meses después del seminario si la formación se ha aplicado o no en su trabajo. La captura de esta información en toda la capacitación, permite una visión más clara y sobretodo, fundamentada en hechos,  medir el rendimiento real de la inversión en capacitación y los beneficios reales para la empresa.