Los educados coreanos son un milagro
Al estar rodeado de países como: Corea del Norte, China y Japón, los reflectores pocas veces voltean a ver a Corea del Sur. Aunque se ve opacado por sus vecinos, Corea del Sur tiene una historia de crecimiento casi milagroso que puede servir como ejemplo a otras naciones que están en vías de desarrollo, su éxito ofrece grandes lecciones de educación, liderazgo, trabajo en equipo, e innovación.
No exageran aquellos que califican el crecimiento de este país como milagroso. Al ser uno de los países más pobres en la década de los sesenta y contando con altos niveles de analfabetismo, sorprende la velocidad con la que se ha colocado dentro de los primeros 5 lugares en materia de educación a nivel mundial.
El milagro del Rio Han, como se le conoce al crecimiento económico que experimento el país asiático después de la guerra de Corea, donde se vio dividió el norte del sur, y en donde justamente fue el sur, quien con el apoyo de los Estados Unidos, logró sacar el mejor provecho para convertirse en una economía importante para Asía y el mundo.
La relevancia que tiene la educación como factor clave en el tan mencionado milagro, es un tema que despierta interés. Los coreanos le han dado la importancia debida a la educación, no solo como un medio de progreso económico sino como reconocimiento social, lo que les permite ostentarse de una sociedad mejor formada y más competitiva en el mundo.
Estudiar 10 horas al día es solo una de las tantas tareas que les permitió ser de los primeros lugares en la competencia científica, de matemáticas y comprensión de lectura del último informe PISA, donde cabe mencionar que por desgracia no figura ningún país de Latinoamérica dentro de los primeros 40 lugares. Otro punto a seguir son sus profesores, los profesionales de la educación son bien remunerados, al punto de amasar grandes fortunas, y vistos como una figura de respeto. Ser profesor se encuentra dentro de las profesiones mejor remuneradas en el país oriental y sus habilidades de desempeño son constantemente evaluadas por los padres de familia y los mismos alumnos.
El gobierno juega un papel importante en la educación, pues además de destinar casi el 7% del PIB, constantemente reforma las leyes para que la educación se encuentre a la altura de la época en que vivimos. De esta forma el gobierno estableció las bases desde hace años para adaptarse a la era de la información y el conocimiento.
Adaptarse a las distintas épocas que se han vivido a nivel mundial permite a los coreanos seguir con un paso adelante en materia de educación y por consecuencia tener una economía solida. La tecnología por sí misma no mejora la calidad educativa, pero al estar viviendo en la era del conocimiento resulta imprescindible apoyarse de los avances tecnológicos para seguir impartiendo clases magistrales. La Internet es una realidad como un nuevo método de enseñanza y aprendizaje entre la población coreana, lo cual queda reflejado al ser, junto con Australia y Nueva Zelanda, uno de los países que han tenido más éxito en ayudar a los estudiantes a prepararse para participar plenamente en la era digital. El llamado plan: “Educación inteligente”, pretende la digitalización de los libros de texto y de las evaluaciones para el año 2015, además de la construcción o mejora de la infraestructura escolar para que se instalen las mejoras más recientes, y la formación del profesorado en el uso de estas tecnologías.
Desgraciadamente existen puntos que ensombrecen la ejemplar estructura educacional de Corea, como lo es el alto número de suicidios de jóvenes menores de 24 años que en muchos casos no soportan el estrés por la alta exigencia, el sobreesfuerzo y el número de horas de estudio.
Resulta muy interesante dar un seguimiento a la educación coreana, muchos puntos deberían adoptarse en países de Latinoamérica pues queda demostrado que la economía de aquel país que pone atención en su educación se ve beneficiada.
Sobre el autor: Omar García