Antes y después de mi certificación PMP
Por: Ing. Carlo Prato, PMP.
Uno de los principales beneficios de obtener la certificación PMP es la capacidad de aprovechar la estructura de los procesos de la administración de proyectos como un punto de partida. Para ejemplificar, haré el análisis utilizando los grupos de procesos del PMBOK bajo la visión de alguien como yo, quien se ha encargado principalmente del monitoreo y control de los proyectos.
El Project Charter antes era para mí un simple requisito, una carta de presentación del proyecto. Hoy en día lo utilizo como un documento clave en el inicio de un proyecto, una herramienta que permite entender las necesidades que crearon el proyecto y la identificación de los interesados. El análisis de los interesados es ahora prioritario luego de su identificación, una clave para determinar la influencia de cada uno en cumplir los objetivos del proyecto.
La planeación ha dejado de ser una consolidación de plantillas y se ha convertido en un proceso de adaptación de los recursos a los objetivos del proyecto. Un involucramiento activo en los procesos de planificación es clave para el monitoreo y control; no solo como una identificación de variaciones, sino como un instrumento de visibilidad ante los imprevistos que proporcione las opciones para continuar. La ejecución, por consiguiente se beneficia al tener opciones, muchas predefinidas, para mantener el proyecto dentro del alcance establecido o modificar este alcance con anticipación en caso de ser necesario.
Debo admitir que no había realmente comprendido la relevancia del grupo de procesos de cierre hasta después de certificarme PMP. Mi actividad pasó de un simple recopilar, redactar y archivar formatos, a crear documentos de referencia valiosos para futuros proyectos. Cada vez que vuelvo a un documento de cierre de un proyecto me invaden nuevas ideas de cómo mejorar su gestión y me permite llevar estas ideas al siguiente proyecto.
Finalmente, en términos personales mi certificación PMP me ha brindado un soporte en la toma de decisiones y consultoría; el contar con la base del PMBOK, además de las experiencias, textos y documentación de otros administradores de proyectos, disponible por medio del PMI, me da la confianza de proponer mejoras en los proyectos que controlo y también aconsejar a otros administradores de proyectos en sus propias gestiones. Hoy en día soy mucho más activo en foros, no solamente como un oyente, sino al punto que tengo el ánimo de intercambiar ideas y escribir ensayos (la prueba es este mismo). Mi certificación de PMP también me hace un mejor profesional porque me motiva a continuar aprendiendo, a mantener y hacer crecer mi red de contactos, así como la visibilidad para identificar y proponer mis siguientes proyectos.
Al analizar qué me motivó a buscar la certificación puedo definir un momento específico, la finalización de un proyecto con resultados menores a los esperados y el tener que replantear toda mi gestión si quería que mi siguiente proyecto fuera exitoso. Aunque mi motivación no fue un proyecto fracasado, sabía que tenía que tomar cartas en el asunto para obtener proyectos exitosos en el futuro. Había logrado entregar un proyecto dentro del alcance, pero no me sentía orgulloso de lo logrado, se habían cometido errores y omisiones que afectaron sensiblemente su estabilización. Debía aprovechar estos errores y encontrar las herramientas que permitieran anticiparlos. Bajo este contexto decidí tomar el examen como objetivo final, el cual contuvo distintas decisiones sobre mi estrategia para preparación, la definición misma de la fecha límite y los compromisos en cuanto al tiempo y recursos que necesitaría para cumplir.
Prepararse para tomar el examen de certificación PMP toma un tiempo 
considerable, pero necesario. Las horas de práctica y sesiones de estudio deben planificarse en el contexto del trabajo y la familia, lo cual es difícil hoy en día. Es por esto que comuniqué la decisión de buscar la certificación; esto me permitió cierta flexibilidad de tiempo, pero tuvo un efecto adicional que no esperaba: la motivación de mis familiares, colaboradores y jefes. Fue muy grato recibir preguntas sobre mi preparación, incluso comenzar a cambiar mi forma de trabajo durante la preparación para el examen. Recibir palabras de aliento el día antes del examen y compartir la celebración del objetivo cumplido se suman positivamente a la recompensa del tiempo invertido.
Los beneficios de la certificación son muy personales, así debe ser el compromiso de tomar el examen y de mantener la certificación. Es un reto para el cual es necesario prepararse, no hay una poción mágica para tomar antes del examen y aprobarlo. La experiencia y el conocimiento son muy útiles, pero es necesario colocarlos en el contexto del PMBOK para poder aplicarlos; esto toma tiempo y esfuerzo para modificar los paradigmas que vamos construyendo en el ejercicio profesional. El proceso es muy provechoso, especialmente cuando se conforma un grupo de profesionales, y sus frutos van más allá de la certificación. Los contactos son valiosísimos, los aprendizajes también, pero la interacción con pares que buscan objetivos similares a los nuestros es vital. El aprender de otros a gestionar este tiempo y esfuerzo limitado con el que contamos también es muy útil, principalmente porque la certificación es solo el inicio.
A medida que me involucro más en el mantenimiento de mi certificación, requiero de más tiempo y esfuerzo. Las herramientas que tengo a mi disposición me facilitan mucho el trabajo, pero es el criterio que me da el aprendizaje y el compartir con otros profesionales, lo que me permite priorizar para enfocarme en las actividades que me ayuden a ser un mejor administrador de proyectos en el largo plazo.
Sobre el autor: Ing. Carlo Prato, PMP.
“Además de PMP soy un ingeniero, escritor y continuo estudiante. He acumulado durante los últimos ocho años experiencia en diversidad de proyectos”
El ingeniero Carlo fue un estudiante en Proyectum Guatemala de nuestro programa de Preparación para el examen PMP.
