Individuos e interacciones
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Cómo fomentar realmente a los individuos y sus interacciones

La teoría de los negocios es cada vez más insistente en colocar a las personas como lo más importante. Ante esto, muchos líderes se preguntan ¿Cómo fomentar realmente a los individuos y sus interacciones? Mientras que otros, deciden que es mejor no llevar la teoría a la práctica.

Desde hace ya algunas décadas el mundo de los negocios está poniendo atención en alcanzar los objetivos desde una perspectiva más humanista. Es decir, reconociendo el valor de las personas y no solamente viéndolas como un recurso necesario más.

El Manifiesto Ágil puso por escrito la importancia de esto, desde el 2001, en uno de sus valores: “Individuos e interacciones sobre procesos y herramientas”. Lo cual nos indicaba que, aunque reconocían el valor de los procesos y las herramientas, valoraban más a los individuos y sus interacciones.

Cómo fomentar realmente a los individuos y sus interacciones

Aunque parezca increíble, en muchas organizaciones, se tiene la creencia de que un proceso bien definido hace que las personas pasen a ser fácilmente sustituibles. Si el proceso es efectivo, cualquier persona que lo comprenda podrá ejecutar las actividades. Esto me parece una falacia que, afortunadamente en estos tiempos está cada vez más en desuso.

Los procesos son importantes para dar soporte a las actividades de las personas, como una guía que indica el camino. La cual, sobre todo es valiosa, cuando este camino es recorrido por primera vez.

Las herramientas, sobre todo si nos referimos a las tecnológicas, son imprescindibles hoy en día para llevar a cabo nuestro trabajo. Sin embargo, no son lo más importante. Por lo menos no hasta ahora. En unos años veremos cada vez más robots e Inteligencia Artificial que quizá hagan nuestro trabajo, pero hoy en día, las herramientas son un complemento.

En esta sociedad del conocimiento en la que vivimos, son las personas, su ingenio, creatividad y sus interacciones lo que debemos valorar más.

¿Cómo puedo valorar más a las personas de mi equipo?

Considero que si estás leyendo hasta aquí, definitivamente estás interesado en valorar más a las personas de tu equipo de trabajo y a las interacciones que se dan entre ellas. Eso es un muy buen paso. Y no es algo menor.

Como siempre sucede, para poder resolver un problema, primero debemos ser conscientes de que existe como tal. Sin embargo, un gran número de líderes no alcanzan a ver el problema hasta que este les explota en las manos y se ve reflejado a través de bajo rendimiento, alta rotación de personal y un clima laboral desgastante, por mencionar algunos.

Es curioso ver cómo muchos de estos líderes pregonan la importancia del liderazgo, de los equipos auto gestionados y se nombran así mismos agilistas. Sin embargo, dejan todo esto en un plano teórico y no lo llevan a la práctica.

Así que si eres consiente de que no estás dando la suficiente importancia a las personas de tu equipo, ya estás un paso adelante. En los siguientes puntos te comparto un par de recomendaciones para seguir por el buen camino que te lleve a valorar más a los individuos y sus interacciones.

También de forma virtual debes fomentar la interacción

Es conocido que muchas de las grandes empresas diseñaron sus oficinas para que hubiera espacios comunes donde las personas coincidían. Esos encuentros que parecían casuales en el comedor, la cafetería, los pasillos y el vestíbulo, provocaban interacciones, las cuales, entre otros muchos beneficios, detonaban la inspiración que hacía a los equipos más creativos.

Diseñar sofisticadas oficinas como las grandes empresas puede ser una limitante. Sin embargo, hoy que vivimos en el mundo virtual y con personas trabajando desde sus casas y desde distintas partes del mundo, la limitante no es una inversión elevada en oficinas, si no la creatividad y el tiempo que le quieras dedicar a fomentar estas interacciones.

De la noche a la mañana, millones de personas fueron enviadas a trabajar desde su casa. ¿Dónde quedaron estos encuentros informales en los pasillos de las oficinas? Nadie, o tal vez muy pocos, se han preocupado de trasladar estos encuentros informales al mundo virtual.

Hoy es común enterarnos de personas que aceptaron un nuevo trabajo en los últimos 2 años y que nunca han puesto un pie en la oficina y, por lo tanto, nunca han visto en persona a alguno de sus colegas. ¿Y las interacciones? Se vuelven muy puntuales y estrictamente laborales.

Mi recomendación aquí es valorar la importancia de las interacciones y provocarlas en el mundo virtual.

Aunque parezca poco ágil necesitamos reglas

Las interacciones positivas hacen que trabajar sea mucho más fácil. Sin embargo, los conflictos se van a hacer presentes tarde o temprano, por lo que es bueno establecer reglas básicas, las llamadas “ground rules“.

De entrada, es bueno quitarnos de la mente que las reglas y la agilidad son polos opuestos. La agilidad requiere un equilibrio entre la flexibilidad y el control. Por lo que establecer una lista de comportamientos aceptables e inaceptables para fomentar las interacciones positivas es algo a lo que no le debes temer.

Como líder de un equipo, más que establecer estas reglas debes tener la capacidad de facilitar las sesiones necesarias para que sea el equipo quien las establezca, de esta manera no serán reglas impuestas y será más sencillo que cada uno de los individuos se sientan comprometidos con lo acordado. Es decir, permite al equipo apropiarse de sus reglas.

Mi recomendación es que al momento de facilitar estas sesiones donde se establecerán las reglas básicas del equipo, sugieras que se tome en cuenta: la colaboración eficaz, el promover la visibilidad del trabajo, los mecanismos para manejar los conflictos y los valores compartidos.

Conclusiones

Aunque desde el 2001, hace ya más de 20 años, se hizo evidente la necesidad de dar mayor valor a las personas y sus interacciones, todavía nos está costando llevarlo a la práctica. La situación se complicó cuando nos vimos obligados a trabajar de forma remota por la pandemia.

Es normal que un cambio así de drástico nos tomara por sorpresa. Fue necesario pasar por una etapa de shock, luego nos reorganizamos y tratamos de adaptarnos tan rápido como pudimos. Pero creo que nos enfocamos solamente en sacar la operación adelante. Olvidándonos de lo que decimos es lo más importante, las personas.

Ya es tiempo de ser conscientes que no podemos quedarnos en el discurso teórico de que las personas y sus interacciones son algo que le damos valor, cuando en la realidad, son temas que dejamos en un segundo plano.

Para este punto puedes tomar acción para fomentar realmente a los individuos y sus interacciones o esperar a que el problema te explote más adelante.

Referencias:

Agile Manifesto

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