De Kukua a Anam, de la cámara fotográfica al árbol de moringa
La desnutrición, deforestación y falta de oportunidades para las mujeres en comunidades de escasos recursos, son problemas sociales que han decidido enfrentar en Kukua.
Kukua es un negocio de impacto social que trabaja con mujeres en comunidades rurales, capacitándolas para cultivar y auto consumir la moringa, un árbol originario de la India del que Isabel Rauh-Hain, cofundadora de Kukua, nos platicó a detalle:
“La moringa es un árbol, es originario de la India y las hojas están consideradas entre las plantas más nutritivas que se conocen. Tiene altos niveles de vitaminas, proteínas, antioxidantes y compuestos anti inflamatorios. […]Lo que es interesante es que hay muchos estudios que demuestran que es muy buena para prevenir diabetes, hipertensión y anemia, que son los principales problemas de salud que vivimos en México.”.
A pesar de que Isabel estudió Administración de Empresas en el ITAM, su sueño era convertirse en fotógrafa, por lo que después de terminar la carrera trabajó un año y ahorró dinero para viajar y desarrollar su vocación por la fotografía.
Emprendió su viaje y vivió un tiempo en la India, después fue invitada a Kenia a trabajar en un proyecto de reforestación junto a la tribu de los Samburu. Fue aquí donde su vida cambió, donde la fotografía pasó a un segundo plano y donde se enamoró del árbol de la moringa. Después de haber tomado un curso de agricultura en la costa de Kenia, el cual estaba enfocado en el árbol de la moringa, se dio cuenta que en México se podrían hacer varias cosas con este árbol.
Fue la visión que tuvo de traer el árbol de la moringa a México, pero también su compromiso personal por aportar algo a su país, los factores que la hicieron terminar anticipadamente su viaje.
“Vivía con menos de cinco dólares al día, algunas veces tres dólares, si seguía a ese ritmo pude haber viajado mucho tiempo más. Y estando allá dije, ya viviste esta aventura, hay una responsabilidad en tu país, hay algo que puedes hacer en tu país.”
El dinero que le sobró del viaje decidió invertirlo para arrancar el proyecto de moringa en México. Al inicio, Isabel reconoce que su visión era más idealista e incluso “hippie”, pero con la ayuda de un modelo de negocio ya probado y el complemento de María Inés García, su amiga de toda la vida y quien se convertiría también en cofundadora, se lograron aterrizar las ideas.
Kukua adaptó el modelo de negocio de “México tierra de amaranto”, una organización que se dedica a hacer lo mismo que Kukua pero en vez de moringa, ellos utilizan el amaranto. Este modelo de forma muy general consiste en capacitar a mujeres que viven en zonas de escasos recursos para que cultiven la moringa y la incluyan en la dieta diaria de sus familias.
Capacitar a las mujeres, mejorar la nutrición de las familias y reforestar con árboles de moringa, es algo ya, digno de reconocer. Pero el modelo de negocio no termina ahí. De hecho falta lo más importante que es saber realmente cómo se generan recursos económicos para mantener este proyecto autosustentable.
Lo que podríamos llamar como el cierre del modelo de negocio de Kukua, consiste en la comercialización de los productos hechos a base del polvo que se obtiene de la deshidratación de las hojas del árbol de la moringa. Para poder elaborar estos productos, Kukua comprará los excedentes de moringa a estas mismas mujeres que han capacitado.
Quienes vean los números de Kukua verán que arrancaron un programa piloto en el estado de Morelos con veinte mujeres, y recientemente se ampliaron a cuarenta en el estado de Oaxaca. Como nos comparte Isabel, quizá los números no sean sorprendentes por no tener todavía un impacto en miles de personas. Sin embargo, al detenernos a contemplar la estructura del modelo de negocio que han logrado montar, sorprende cómo todos los actores se ven beneficiados.
Las mujeres son empoderadas, al recibir capacitación para cultivar y consumir la moringa, y al momento de generar sus propios ingresos al vender sus excedentes. Las familias de estas mujeres mejoran su nutrición al incluir la moringa en su dieta diaria. La comunidad se beneficia con la reforestación de los árboles plantados. Los consumidores de los productos hechos a base de la moringa manifiestan mejoras en sus niveles de colesterol, menos vulnerabilidad a enfermedades como la gripe y mucho más. Y por último, el equipo de Kukua está haciendo crecer un negocio de impacto social que cada vez se acercará más rápido a esas cifras de miles de personas impactadas por su modelo.
Este crecimiento del negocio irá acompañado de una nueva identidad ya que Isabel recientemente nos compartió la decisión de cambiar el nombre de Kukua a Anam. Kukua es una palabra en swahili, una lengua africana, que significa “crecer”. Anam es una palabra en huasteco y significa “tierra”.
Esta transición de Kukua a Anam es uno de los tantos ejemplos del proceso de crecimiento en el que se encuentra Isabel y su capacidad que tiene para adaptarse a los cambios. Deseamos que esta nueva etapa como Anam sea de un crecimiento exponencial y acelerado.
Datos de contacto de Kukua ahora Anam:
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Sobre el autor: Omar García