Parece que fue ayer
“Ayer me atreví a luchar,
¡Hoy me atrevo a Ganar!”
Bernadette Devlin
Hace más de 10 años, por ahí de finales de 2004, me encontré casualmente con un antiguo jefe muy querido por mí. En aquél entonces él había decidido dejar de trabajar para dedicarse de tiempo completo a concluir sus estudios de doctorado. Después de saludarnos afectuosamente, nos preguntamos mutuamente que estábamos haciendo y en mi turno le expliqué que estaba arrancando el proyecto TenStep en Español.
Cuando me preguntó de qué se trataba eso de TenStep, le explique que llevaba 4 años trabajando en el arranque de una empresa de servicios profesionales de consultoría y formación en materia de Dirección de Proyectos y Negocios a tiempo parcial, pues en ese entonces aun trabajaba para una importante empresa en el sector financiero.
José Luis Flores, se mostró muy interesado y me dijo que cómo me podía ayudar. Le dije, — “No tengo para pagarte”.
A lo que me respondió con su acostumbrada generosidad
—- “Eso no es problema, déjame ayudarte”.
En ese momento, le platiqué la idea que tenía de generar un boletín de publicación periódica y recurrente que difundiera buenas prácticas en dirección de proyectos y negocios, a partir de las metodologías TenStep y de mi (Nuestra) experiencia acumulada. La idea le encantó, creamos la función de Dirección Editorial y empezamos a desarrollar la idea, liderada por José Luis.
Ni él ni yo lo sabíamos, pero en ese momento estaba naciendo Proyectum, que en su primera etapa decidimos llamar NextStep.
NextStep existió por 3 o 4 años aproximadamente y después lo transformamos a Proyectum, y aunque cambió de imagen y de nombre, buscamos mantener el concepto, breve, substancioso y además cálido. También mantuvimos la secuencia de modo que no se perdiera la continuidad de su publicación.
Recuerdo que en un inicio, la publicación era bimestral y después de “escuchar” la opinión de algunos de nuestros lectores, decidimos hacerlo mensual y finalmente en su periodicidad actual, lo hemos mantenido quincenal.
Hoy, con gran orgullo comparto con ustedes, queridos lectores. que me siento muy feliz de alcanzar este número. El número 200 que hoy ve la luz gracias al empuje y energía que dedicó José Luis para arrancarlo, mantenerlo y mejorarlo cada vez. 
Aunque nuestro querido Frehey (así le gustaba ser llamado), ya no está con nosotros, su obra prevalece y los números de visitantes y subscriptores van creciendo de manera importante. Frehey, muchas gracias por todo hasta donde estés, estoy seguro de que nos lees y criticas constructivamente, como en esas largas charlas de café en los inicios de Proyectum.
Hoy, con motivo de los 200 números publicados a lo largo de estos 10 años, me complace anunciar que estamos haciendo un relanzamiento, estamos renovando nuestro look and feel, nuestro logo es ahora más sobrio y ahora, hemos regalado a nuestro querido Proyectum su dominio propio. Desde ahora nos podrás leer en www.proyectum.lat.
En esta nueva etapa, mantendremos el legado de José Luis y lo reforzaremos, como lo hemos venido haciendo desde sus inicios. Agradecemos las colaboraciones y aportaciones a Montserrat Valdés quien fue coordinadora editorial durante los primeros 4 años de existencia de NextStep, a Julio Matus, creador de la columna PM Wisdom, a Max Wideman quién durante un tiempo nos dio permiso de publicar elementos de su famoso glosario, a Tom Mochal, presidente de TenStep Inc, por facilitarnos contenidos valiosísimos que hemos traducido desde hace 10 años para el mercado latinoamericano, a José Díaz Barriga, quien nos impulsó a modernizar el boletín, tanto en imagen como en plataforma, A Liliana Crisóstomo quien relevó a Montse, a Hugo González quien en conjunto con Omar García, han tomado las funciones de José Luis, pero nuestra mayor gratitud, es hacia ustedes, queridos lectores quienes hacen posible que cada quince días renovemos nuestro compromiso de poner nuestro mejor empeño en compartir con ustedes.
Hoy con esta nueva cara, mas sobria, moderna y limpia, hacemos el compromiso con ustedes de compartir lo mejor de nosotros y quizás, solo quizás, darnos la oportunidad de sorprenderlos un poquito en los años por venir.
