
En química, la energía de activación es la energía mínima que debe introducirse para que se produzca una reacción. Es el obstáculo que deben superar las moléculas para romper sus enlaces y formar otros nuevos, la barrera energética que separa los reactivos de los productos.
Fuente: The great mental models v2: Physics, Chemistry and Biology
Energía de Activación
En química, la energía de activación es la energía mínima que debe introducirse para que se produzca una reacción. Es el obstáculo que deben superar las moléculas para romper sus enlaces y formar otros nuevos, la barrera energética que separa los reactivos de los productos.
La energía de activación es la chispa que enciende el fuego del cambio, el esfuerzo inicial necesario para poner en marcha una reacción o transformación. Es el empujón metafórico que hace rodar la roca colina abajo, la inversión de energía necesaria para vencer la inercia y poner en marcha un proceso.
No obstante, la energía de activación no es sólo un concepto químico. Es un principio que se aplica a cualquier sistema en el que el cambio es posible pero no automático. En el crecimiento personal, la energía de activación es el esfuerzo necesario para romper viejos hábitos y crear otros nuevos. En innovación, es la inversión necesaria para convertir una idea en realidad.
La clave está en reconocer la energía de activación como lo que es: un costo inicial necesario, no un obstáculo permanente. Una vez que las cosas están en movimiento, el impulso toma el control. Una vez que se inicia la reacción, se autoalimenta.
Fuente: The great mental models v2: Physics, Chemistry and Biology
Imagen: Freepik