Kaizen: Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy
Cuando nos vemos a futuro, tal vez dentro de 5 o 10 años, nos vemos en condiciones mejores a como nos encontramos el día de hoy. Nos vemos con un mejor empleo, tal vez con un negocio propio, emprendiendo nuestra propia empresa, comprando una casa más grande o tomando unas vacaciones por Europa.
Conforme avanza el tiempo, deseamos mejorar tanto en el ámbito profesional como en el personal, es parte de nuestra condición humana, es bueno mantener ambiciones y metas a futuro. Pero al igual que nos pasa con nuestros propósitos de año nuevo, en ocasiones nos ponemos metas muy ambiciosas pero poco realistas. Leer más de 10 libros durante el año suena una meta difícil de cumplir para una persona que en años anteriores solo alcanza a leer un libro al año, sin duda llegar a cumplir esta meta representaría una serie de cambios drásticos, pero si en lugar de esto, la persona comienza a realizar pequeñas acciones como dedicarle 10 minutos de lectura a la semana, tal vez no llegará a leer diez libros pero sí conseguirá leer más de lo que ha hecho en años anteriores.
De esto trata el Kaizen, realizar mejoras constantes para obtener resultados progresivos. El Kaizen es una palabra japonesa que significa mejoramiento o mejora continua, adoptada a mitad de la década de los 80´s por Masaaki Imai, considerado el padre de la filosofía Kaizen.
Más que una simple palabra, o una metodología, Kaizen es una filosofía de trabajo que se acopla perfectamente con la disciplina de la cultura Japonesa, donde empresas como Toyota han visto cambios satisfactorios al mejorar continuamente sus procesos. Pero no solo las grandes organizaciones como Toyota pueden aplicar ésta filosofía, empresas de todos tamaños en occidente han aplicado ésta filosofía obteniendo buenos resultados, así que ¿por qué no aplicar el Kaizen a nuestros proyectos? o mejor aún, a nuestras vidas.
“Todos los días se puede mejorar algo, por más pequeño que sea”, así lo afirma uno de los principios de Kaizen. Y a quién de nosotros no le gustaría que nuestro nuevo proyecto fuera más exitoso que el anterior, en apariencia a todos, pero realmente pocos tenemos la disciplina para realizar mejoras constantes y a menudo nos vemos arrastrados por la procrastinación. 
Implementar con éxito la filosofía Kaizen dentro de nuestros proyectos requiere del asesoramiento por parte de expertos en el tema, pero podemos tener en consideración los siguientes puntos para comenzar:
• En qué punto nos encontramos parados. Saber reconocer que tenemos áreas de oportunidad es el primer paso para iniciar con los cambios constantes. Si no se reconoce ningún problema, tampoco se reconoce la necesidad de mejoramiento.
• Todos participan. Es muy importante que todos los colaboradores participen aportando sus puntos de vista.
• El camino es largo. Buscar la excelencia no se puede dar de la noche a la mañana, se requiere de disciplina para que no pasemos un día sin realizar una mejora.
• Medir y estandarizar. Se deben establecer estándares como punto de medición, cada estándar debe ser superado por uno mejor, de esta forma podremos darnos cuenta de los avances en las mejoras.
• Reducir hasta eliminar lo que no sirve. Si nuestro problema son los tiempos muertos, hay que buscar que cada vez sean menos hasta poder eliminarlos. Quitar cualquier tipo de desperdicio mejorará nuestro proyecto.
Cada problema es un potencial punto de partida para mejorar, reconocer que tenemos problemas es el inicio de un camino que se transcurre mejor si se avanza a paso firme y de forma constante.
Sobre el autor: Omar García
