“Los grandes logros siempre suceden en el contexto de las grandes expectativas”

Charles Kettering.

Introducción.

En más de una oportunidad, algún alumno o colega me ha pedido mi opinión acerca del desarrollo de su carrera profesional. Esta es una pregunta que surge en especial en momentos en que nos encontramos sin empleo, pero en rigor debería ser una pregunta que siempre nos deberíamos hacer. En especial en los tiempos que corren en que nada es estático y el mundo gira más rápido que nunca. Suele pasar que los paradigmas que aprendimos apenas hace algunos años son derribados con sorprendente velocidad. La profesión de dirección de proyectos no se escapa a esto y es asombroso la cantidad de conocimiento que se desarrolla día a día en esta área.

No obstante lo anterior y aunque parezca extraño, la valoración del aporte de la gestión o dirección de proyectos es algo relativamente nuevo.  Cada día se entiende mejor el significado y la criticidad de desarrollarlos de forma exitosa, pues de ellos depende el desarrollo de las organizaciones en un ambiente cada vez más competitivo.

Es en este contexto en donde la figura del director de proyectos se convierte en un elemento central, pues de él dependerá que un proyecto cumpla con las expectativas del negocio, aun cuando, incluso éste no las tenga claras.

La gran pregunta para todo profesional en dirección de proyectos es entonces, cómo desarrollar una carrera en esta área.  Si duda que la respuesta a esta pregunta es una clave de éxito, toda vez que son pocos los profesionales que cuentan con sólidos conocimientos y habilidades en dirección de proyectos y aquel que lo logra se destaca de manera muy importante.  Lo que está claro es que existen muchas herramientas que nos ayudan a gestionar proyectos en forma exitosa y no existe una sola forma de abordarlos, pues depende de la naturaleza de los mismos. Por lo tanto, en la medida que un profesional conozca y maneje más herramientas, más posibilidades de éxito tendrá en su misión.

En el presente artículo propondremos algunas respuestas a esta pregunta, basados en la experiencia, la observación y la profusa literatura relacionada.

Competencias del director de proyectos.

De acuerdo a lo que plantea el Project Management Institute (PMI® ), todo director de proyectos debe enriquecer sus conocimientos y habilidades en lo que denomina el triángulo del talento que consta de 3 conjuntos:

• Dirección técnica de proyectos: Lo que se refiere al manejo de procesos de gestión de proyectos propiamente tal, amén de, programas y portafolios.
• Liderazgo: Referido a las habilidades, comportamientos y conocimientos para motivar a un equipo a conseguir los objetivos del proyecto.
• Gestión estratégica y de negocios: Lo que se refiere al conocimiento de la industria, pero sobre todo al contexto de negocios en que se desenvuelve el proyecto.

La propuesta del PMI® se muestra del todo razonable y la experiencia indica que, si contáramos con profesionales con fuertes habilidades en este mencionado triángulo, la tasa de éxito de los proyectos en general subiría en forma notable.  De hecho, este tipo de profesionales se notan mucho en las organizaciones por sus resultados, frente a sus colegas.

Con esta propuesta en las manos, la pregunta que un profesional en dirección de proyectos se hace es, por donde avanzar.  Examinemos entonces estos conjuntos de habilidades para ir viendo cómo cubrirlos y elaboraremos una hipótesis del orden en que deberíamos abordarlos; no obstante, el camino lo recorrerá cada persona de acuerdo a su experiencia y aprendizaje previos.  Por lo demás, no es un camino lineal, sino que es espiral, basado en el ciclo de mejora continua PDCA o ciclo Deming. En este caso la propuesta es:

1. Assessment o evaluación.

Una buena idea entonces es partir con una autoevaluación de competencias, antes de decidir  por dónde comenzar el viaje. Para esto existen muchas herramientas en el mercado. Una de ellas la menciona el PMI y se denomina Project Management Skills Gap Assessment, la que nos puede ayudar en nuestro propósito Sin embargo no es la única.

2. Decisión.

Como resultado del assessement obtendremos algunas luces de cuáles son nuestras áreas con mayores oportunidades de mejora, las que puede caer dentro de los conjuntos de habilidades mencionados. A continuación mencionamos brevemente algunas opciones de crecimiento por área de competencias

A- Dirección técnica de proyectos. Este conjunto de habilidades es básico para todo director de proyectos. Podríamos decir que, si la persona no cuenta con una formación al respecto, debería ser éste el primer paso de todos, pues si se va a dedicar a esta disciplina, debe conocer sus fundamentos. Para esto existe una gran cantidad de cursos, diplomados, programas de magister en diferentes institutos y universidades.  Decidir qué tipo de programa tomar, depende del nivel de profundidad que el profesional quiera abordar.

Para aquellos profesionales con experiencia en dirección de proyectos, la recomendación es abordar una o más certificaciones, las que acreditan un manejo destacado en este tipo de conceptos. Ejemplos de estas certificaciones son:

I-PMP®: Otorgado por el PMI®, es una de las más prestigiadas a nivel mundial y es altamente valorada por el mercado por su nivel de rigurosidad. Requiere 4.500 horas de experiencia dirigiendo proyectos.

II-CAPM®: Otorgado por el PMI®. No requiere experiencia.

III-CSM: Certified Scrum Master. De rápida expansión, es prácticamente un requisito para abordar proyectos ágiles. Existen varias organizaciones certificadoras:

1-SCRUMstudy

2-Scrum Alliance.

3-Scrum.org.

IV-PMI-ACP®: Agile Certified Professional . Certificación del PMI® para métodos ágiles.

V-Comptia Project +: Otorgado por CompTIA requiere un bajo nivel de dificultad.

VI-Prince 2: Otorgado por ILX Group, es muy difundida en el Reino Unido y es utilizado por su gobierno.

VII-CPMP: Otorgado por EC-Council.

VIII-Associate in Project management: Otorgado por la Asociación Global para la Gestión de la Calidad.

IX-MPM: Otorgado por la Academia Estadounidense de Administración de Proyectos.

X-PMI-RMP: Otorgado por el PMI®. Es una certificación específica para manejo de riesgos.

Existen muchas otras certificaciones por áreas específicas, tales como las que otorga el PMI® para cronograma, programas, portafolios y otros.  Depende del interés de cada profesional profundizar sobre cada uno de ellos.

Para los profesionales de TI, las certificaciones ágiles hoy por hoy parecen ser un requisito, por lo que la recomendación es abordarla.

B-Liderazgo

Sabido es, que este conjunto de habilidades se reconoce como crítico. Los proyectos son desarrollados por personas, las que multiplican su productividad si cuentan con un líder que les provea de un ambiente motivador, en donde ellas sean capaces y libres de desarrollar al máximo sus capacidades.  El área del liderazgo es muy extensa y abarca una serie de competencias que requieren de un fuerte autoconvencimiento para ser desarrolladas. No basta con leer un libro o asistir a un curso para este propósito, sino que requiere de un trabajo sistemático para conseguir un cambio de conducta. Hay una serie de tendencias que son muy potentes y que pueden servir de referencia a la hora de buscar cómo desarrollar estas habilidades blandas:

I-Inteligencia emocional: Teoría desarrollada con la contribución de múltiples autores y popularizada por Daniel Goleman en su libro Inteligencia emocional publicado en 1995.

II-Ontología del lenguaje: Disciplina desarrollada por Rafel Echeverría que describe los fenómenos cognitivos y de la comunicación a través del lenguaje.

III-Programación Neurolingüistica (PNL): Enfoque de comunicación, desarrollo personal y psicoterapia desarrollado por Richard Bandler y John Grinder.

IV-Coaching ontológico: Desarrollado pro Humberto Maturana, considera al individuo como una trilogía entre cuerpo, lenguaje y emociones.

V-Strenght Deployment Inventory (SDI): Desarrollado por Elias Porter, Clasifica la personalidad mediante 3 colores y sus combinaciones, buscando facilitar la comunicación entre quienes son de naturaleza distinta.

VI-Modelo Harvard de Negociación: Desarrollado por William Ury, Roger Fischer y Bruce Patton, parte del conocimiento personal y apunta a la búsqueda de beneficios mutuos para mantener una relación productiva con quien se negocia.

Existen muchas otras áreas dentro del conjunto de habilidades blandas que se pueden profundizar, tales como:

• Teorías de motivación.
• Manejo de conflictos.
• Desarrollo de equipos.
• Liderazgo situacional.

C-Gestión estratégica y de negocios.

Esta área abarca dos mundos. Uno es el de la planeación estratégica y gestión de empresas y otro es el de las áreas de negocio específicas.  Para esto último cada profesional conoce mejor que nadie su área de competencia o si se adentra en un área que no le es familiar, deberá buscar los mejores apoyos para aprender rápidamente de ese mundo.

Para lo primero, si estos conocimientos no fueron abordados en su proceso de formación, bien valdría la pena abordar un diplomado en gestión de empresas o buscar literatura relacionada. Debería abarcarse los siguientes tópicos al menos:

• Planificación estratégica.
• Gestión comercial.
• Gestión financiera.
• Gestión operativa.

Notas finales.

La labor de un director de proyectos es de muy alta responsabilidad. Mientras más habilidades y conocimientos tenga, mejores serán los resultados.  Con lo que hemos descrito en este artículo, alguien podría concluir que un director de proyecto debe ser una enciclopedia ambulante y no estamos proponiendo tal cosa. Lo que proponemos es que mientras más habilidades y conocimientos tengamos, mejores resultados tendremos en nuestra profesión.

La invitación por lo tanto es hacer un ejercicio permanente en el desarrollo de nuestras carreras como directores de proyecto y de esa forma poder hacer la mejor contribución posible no solo en las organizaciones para las que colaboramos, sino que a la sociedad toda.  Tenemos como directores de proyectos una misión hermosa, que es la  de construir permanentemente para el desarrollo y bienestar de nuestras comunidades, por lo que es un deber moral hacerlo de la mejor forma posible.

Autor: Alejandro Córdova Muñoz, PMP.